Por un parto humanizado y nacimiento respetado en Mar del Plata, Argentina

Hermosa y genial reflexión escrita por María Eva Ayala a poco de recibir a su beba. Mucha fuerza y buenas energías para la llegada de Juana!!

"Para cambiar el mundo, es preciso cambiar la forma de nacer" (M. Odent)

En la fecha probable de parto de mi hijita, reflexionando sobre el el parto humanizado y el nacimiento respetado que forman parte de la elección que hicimos con su padre y amor de mi vida acerca de la forma en que llegará al mundo la pequeña.  Somos de Mar del Plata, Argentina y si bien nos hemos informado, hemos leido y consultado muchisimas fuentes la realidad, la estructuración social indica otras cuestiones.

Les cuento la experiencia a todas las que estan buscando algo así, en la ciudad de Mar del Plata, para que sepan y entiendan que la dificultad se encuentra en esta relación medico-paciente que no aceptamos cuando nos reinvindicamos como protagonistas de nuestro parto, accediendo a un vínculo asistente-asistida. En este punto, quedamos en un lugar de ruptura de paradigmas, se entiende que cuestionamos el lugar medico cuando lo que hacemos es reivindicar nuestro lugar y no cuestionar el lugar del obstetra.

M. Odent en Ecologia Prenatal habla de la importancia de la contención de la mujer embarazada desde lo emocional. El prioriza y pone delante esta idea de que hay que contenerla y no tratarla, de que hay que acompañarla devolviendole la confianza que ha perdido en estos años. Un parto instintivo de Val Clarke nos permite "volar" y encontrarnos con esa parte instintiva que me resulta maravilloso experimentar y en la que confio mucho mas gracias a ese libro.

He leído mucho, lo he hecho con gusto y me he sentido tranquila luego de hacerlo. Sin embargo, todos los médicos que he visitado, me consultan si realice el curso preparto. Llamativo. El curso que aqui se denomina de psicoprofilaxis (¿alguien tienen que hacer limpieza de su psiquis para parir? diria Raquel Shallman) y realmente el curso no me aporto más que lo que lei pero la diferencia entre el curso y mis lecturas es FUNDAMENTAL. En mis lecturas encontre la libertad de elegir como entender las intervenciones que se suelen dar en el trabajo de parto y el parto, en mis lecturas (todas cientificas) me empodere y no deje que nadie me dijera cuando la oxitocina resulta necesaria. Pude leer sobre el equilibrio hormonal y la diferencia entre la artificial y la creada por nosotras. Pero cada médico que he visitado, ¿hiciste el curso? y luego, un ejemplo de lo que me enseñan allí. Me dijeron que me enseñaban a relajarme para un tacto, que cosa tan extraña, no les parece? la relajación no es algo que podamos transferir desde el un conocimiento y aplicar a través del necortex y de nuestra parte racional. Además de que me ha resultado angustiante ir observando como crecia el número de cesareas a medida que las chicas estaban más cerca de sus fechas o las probabilidades en otras. Me resultaba triste que no habia cuestionamiento por parte de las futuras mamás y me hacia mal que el discurso justificara intervenciones medicas que la OMS no avala o limitaciones institucionales producto de protocolos que tampoco se acercan a las recomendaciones de la OMS. No me gusta que me adoctrinen, me gusta que me den las herramientas para elegir en libertad. Y más aún si trata de como llegara mi primer hija a este mundo. Me entristece muchisimo lo que sucede con las mujeres y sus partos. Las veo sin empoderamiento, sin posibilidad de elegir y, lamentablemente, encuentro una comunidad médica que -en su mayoria, no totalidad- pretende darle continuidad y permitir la reproducción de un paradigma medicalizado donde la dependencia no merme.

Victor Ibarguren es el obstetra y la calidad de persona que necesita una mujer embarazada que quiere elegir en libertad como traer a su hijo al mundo. Me saco el sombrero y publicamente reivindico una tarea que sé es dificil para él, conviviendo con estructuras rigidas y criterios que, seguramente para cuando mi hija sea madre sean sólo parte de una historia que como mujeres supimos revertir. Lo importante es entender que para que este empoderamiento de la mujer embarazada sea un hecho a futuro, se requieren politicas publicas de genero concreto, así como en los temas atinentes a la maternidad.

Espero que así sea. Por el momento, cada vez más conectada con mis instintos, con el protagonismo de mi parto, apoyada por el amor de mi vida y padre de Juana para transitar este camino de la manera que elegimos: de forma respetada, sin intervenciones innecesarias y con el nacimiento de Juana en contacto con todo aquello que conoció en estos meses.

Las palabras escritas lograron un poco de calma, luego de una consulta médica para el olvido en el día de la fecha probable de parto. Espero que con el tiempo se gesten en nuestra ciudad centros de atención que comprendan en su totalidad la posibilidad de elegir en libertad, como diria Shallman.